La Ley de atracción funciona en ti todo el tiempo, no es algo que puedas evitar, pero sí tienes el poder de dirigirla para crear la vida que quieres y mereces.
Lo primero que debes entender es que atraes todo aquello que sea un match vibratorio contigo, te guste o no atraes lo que vibras, y nada de lo que te ocurre se relaciona con tener más o menos suerte que otros, ni con el karma, ni con nada similar, sino que todo es vibración que nace de ti, de tus emociones y pensamientos, y se expande al universo, devolviéndote más y más de eso que vibras, sea positivo o negativo.
Cuando no manifiestas lo que deseas y te estancas en una vida llena de tristeza, frustración y falta de fe, es porque sin darte cuenta, desarrollaste una resistencia a permitir que llegue lo bueno para ti, por estar desalineado de tu deseo y conectado con creencias de baja vibración tales como que “no eres suficiente o merecedor de tener lo que sueñas”.
Una de las formas más fáciles de usar esta ley para tu mayor bien es entrar en el vórtice, el cual es un estado del ser, un espacio vibratorio interno donde puedes conectar con absolutamente todo lo que deseas. Cada vez que experimentas una situación de contraste, a lo que en general llamas problemas, puedes ver con claridad lo que no quieres y lo que sí. De esa manera, automáticamente se envía al universo un pedido y vibratoriamente ese deseo se deposita en el vórtice (por ejemplo, si estás enfermo y deseas tener salud, esa salud ya existe en un nivel vibratorio); en consecuencia, al darte el tiempo para sumergirte en él, puedes sentir tus deseos como si ya estuvieran manifestados. La convicción absoluta de que ya tienes lo que quieres es un motor de frecuencia vibratoria alta; en cambio, la duda, la ansiedad y el miedo a que no se concrete son las más grandes resistencias.
Una manera directa de entrar en el vórtice y poder hacer “retiros» de ese depósito de deseos vibratorio, es crear en ti estados de felicidad constantemente, haciendo cosas que te generen plenitud y disfrute (ir a tomar un helado, ver a un ser querido, darte un baño relajante, pasear por un lugar que te encante, etc.) Es fundamental que hagas esto a diario y no sólo una vez, para evitar que se corte la fluidez de la energía positiva.
Si no confías en que sea tan sencillo manifestar lo que quieres y en el proceso invisible para llegar a eso, y crees que sin esfuerzo no lograrás nada, que no naciste bendecido, que no es para ti a menos que hagas muchos sacrificios, te alejarás cada día más de tu poder creador de abundancia; este estado se llama momentum negativo y se basa en pensamientos que no están alineados con lo que harías si ese deseo ya fuera verdad y que se retroalimentan de sentimientos de escasez, frenando la manifestación de las bendiciones que son tuyas por derecho de nacimiento.
Si no tienes dinero y te enfocas en la situación económica difícil de tu país o en lo que todavía no tienes, en lugar de abrir tu mente y tu mirada a las posibilidades ilimitadas que la vida te ofrece, tú mismo impides que la riqueza se vuelva una realidad para ti. Para alinearte con la fuente de manifestación de tus deseos que eres en esencia, tienes que visualizarte próspero, alegre, abundante, estar convencido de que tú eres eso y más, y así alcanzar la más alta vibración. No se trata de falso positivismo o de no aceptar la realidad sino de abrazar la convicción de que puedes cambiarla fácilmente para que sea como quieres. Cada vez que te sientes un poco mejor, vas liberando la resistencia y tu sueño se vuelve un hecho.
Es importante que evites cometer el gran error de creer que sólo al conseguir tus deseos serás feliz y no antes. La Ley de atracción no se trata de enfocarte en el resultado sino de hacerlo en lo que hoy mismo ya tienes para sentir bienestar, que es lo que realmente todos queremos lograr, y eso no depende de cosas sino de tu mentalidad, de tu capacidad de entrar en ese estado donde nada está mal, donde te sientes feliz en el ahora sin importar donde estés ni tus circunstancias porque sabes que eres perfecto y que estás en el lugar y momento perfectos para ti, para tu evolución. Se trata de reconocerte como el ser amado, valioso, poderoso que en verdad eres, destrabando los bloqueos que no te han permitido verlo hasta ahora.
El universo no quiere que dejes de pedir deseos ya que viniste a vivir las experiencias que tu alma desea. Eres un ser capaz de manifestar todo lo que quieras en el plano físico. Pensar que está mal, que eres avaro o desagradecido, es otro bloqueo de abundancia. Siempre y cuando sea tu alma la que te guíe y no la necesidad desmedida del ego para sentirte mejor que los demás o demostrar algo, debes seguir tus deseos ciento por ciento, enfocándote primero en ellos para luego soltarlos y volver a tu estado de felicidad con tu vida actual; de ese modo, todo te irá llegando, sin ansiedad, sin temor y en total calma, sin ataduras a ningún resultado ni tiempo, sin dar explicaciones a nadie sobre tu camino ni castigarte por lo que todavía no es.
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